jueves , 28 marzo 2024 10:24 am

Embajadores de la esperanza

Con la típica llovizna londinense convirtiéndose en la protagonista del día, la Embajada Argentina en suelo inglés recibió a nuestros Pumas, que el domingo cayeron frente a los All Blacks por un ajustado 26-16. La cita fue en Brooke Street, a pasitos de la turística y conocida Bond Street.

De los integrantes del plantel, dijeron presentes el pilar Juan Pablo Orlandi y el segunda línea Matías Alemanno, que no jugaron en Wembley. ¿El resto? Se quedó recuperándose en Ware, el bunker celeste y blanco en la capital de Inglaterra. Además, también estuvieron José Santamarina, la mano derecha del coach Daniel Hourcade, y gran parte de la dirigencia de la Unión Argentina, encabezada por el presidente Carlos Araujo y el secretario Fernando Rizzi. ¿El invitado de lujo? Agustín Pichot, representante de la Unión ante World Rugby.

El agasajo, que incluyó una breve conferencia de prensa, se realizó en el primer subsuelo de la Embajada, ante la atenta mirada de dueña de casa: la embajadora Alicia Castro.

Justamente fue el Cheto el que tiró el primer título de la tarde. Anote. “Nuestro objetivo es estar entre los cuatro mejores equipos del mundo. Creemos que somos capaces de lograrlo. El domingo, contra los All Blacks, creo que dimos un paso adelante y quedó demostrado el potencial que tenemos”.

El tucumano, que disputó los Mundiales de 1991 y 1995, intentó trazar un paralelismo entre el nivel de su época y el actual, pero no pudo. “La verdad, es imposible. Siento que son dos deportes distintos. Todo cambió mucho desde aquella época hasta ahora”.

Con Georgia en el radar más próximo, Santamarina dijo que no piensan cambiar la esencia del equipo, que es atacar. “Tanto para Daniel (Hourcade) como para mí, el rugby es un juego de ataque. Por eso, el plan es atacarlos desde el primer minuto”, contó el entrenador, que también confesó que durante los partidos le cuesta muchísimo manejar la ansiedad y los nervios. “No me controlo”, tiró, ante una carcajada generalizada.

Otro que se la jugó a la hora de las declaraciones fue el pilar Orlandi. Vuelva a anotar: “vinimos al Mundial a ganarlo. El primer sueño era ganarle a los All Blacks, pero no se pudo. Pero el otro deseo sigue intacto”.

Para finalizar, el segunda línea Alemanno confesó que se muere por jugar. “Tengo muchas ganas de entrar a la cancha. Hay una competencia muy sana que le hace muy bien al equipo, porque potencia su nivel”, cerró.

Autor: Ramiro Guillot

 

 

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