Transmitiendo un mensaje de unión y de amor en un encuentro de “Rugby por la Paz”, antiguos enemigos que no se conocían, se dieron la mano y compartieron un encuentro superador.
El 21 de septiembre quedará en el corazón de una Fundación acostumbrada a soñar y a superar las barreras de lo imposible. En un pequeño club del sur de Londres, el Esher Rugby FC, veteranos que habían estado frente a frente en la batalla se fundieron en un abrazo mostrando que el deporte va más allá de todo tipo de barreras políticas e ideológicas.
“Así como Nelson Mandela usó el Rugby para unir a su pueblo, nosotros utilizamos el deporte como herramienta de superación con el fin de que nuestros hijos no hereden los mismos errores que nosotros cometimos en el pasado”, expresó Juan Bautista Segonds, fundador y presidente de Rugby Sin Fronteras, quien agradeció la confianza que los veteranos británicos tuvieron con la Fundación, para que el encuentro se pudiera realizar y sea una verdadera fiesta.
Con una persistente lluvia, los jugadores se reunieron en el centro de la cancha, donde realizaron una ronda de presentación. Muchos de ellos volvían a reencontrarse, pero esta vez, en un campo de juego.
Catorce veteranos en cada equipo, junto a familiares, amigos e integrantes de la Fundación; todos juntos compartiendo dos tiempos de 20 minutos, luego del emocionante minuto de silencio que dio por iniciado el partido.
«Ésta es una acción más que hacemos con ‘Rugby sin Fronteras’ agregando valor y poniendo en la sociedad lo que falta», indicó Gustavo Zerbino, co fundador y vicepresidente de la Fundación.
Cabe destacar que el partido se jugó con la pelota que bendijo Su Santidad el pasado miércoles 16 de septiembre en Roma.
“Esto es el comienzo de un cambio de actitud en la humanidad, que se produce con cambios individuales. Las personas que estuvieron hoy acá vieron ese cambio y ojalá esto se expanda para que no haya más guerras”expresó el veterano de “Paz” Alejandro Diego, promotor del “Encuentro de Rugby por la Paz” y quién juntó a los veteranos argentinos.
Finalizado el juego, se realizó el ya tradicional scrum gigante de la Fundación, donde todos juntos empujaron bajo el lema #YotedeclarolaPaz y en un tercer tiempo plagado de lágrimas y abrazos, se entregaron distinciones especiales y medallas para todos los participantes. A su vez, los representantes de ambos países, plantearon la posibilidad de un nuevo encuentro, pero esta vez en Argentina.
«La belleza del rugby es lo que viene luego: hablamos, bebemos y nos reímos», indicó David Jackson, de 57 años de edad, quien dejó el ejército británico para convertirse en médico y tratar a los soldados afectados por el trastorno del estrés postraumático que él mismo sufrió. “Los veteranos de cualquier guerra y cualquier país, acaban unidos por una experiencia única” finalizó.
Por su parte, Russell Craig, un veterano de 56 años de edad, señaló que «hemos sido víctimas de circunstancias políticas” y continuó, «la reconciliación es importante, es muy bueno, este es un momento muy emotivo».
“Fue una guerra innecesaria y no les guardo ningún rencor, el rencor daña a las personas», explicó el veterano argentino Horacio Gatas, quién expresó además que «quise aprovechar la oportunidad de encontrarme 33 años después con la gente que combatió contra mí, siguiendo órdenes como yo, y estrecharles la mano».
“Hoy fuimos protagonistas. Estamos orgullosos y emocionados de haber participado del Encuentro de Rugby por la Paz y feliz de haber compartido este momento con mi familia y poderles transmitir el legado de Paz a nuestros hijos”, señaló Germán Guevara, socio de la Fundación e integrante de la delegación que acompañó a los veteranos argentinos.
Participaron además, Julián Weich, integrante de la Fundación y colaborador incondicional; Federico Pucciarello, socio y ex capitán del seleccionado italiano; Christian Martin, ex rugbier y periodista de Fox y Gonzalo Bonadeo, reconocido periodista de TyC Sports.
Cada uno de los integrantes de la delegación pagó todos los costos del viaje, inclusive los veteranos e integrantes de la Fundación, representando de esta manera a miles de personas que no pudieron asumir los costos para participar del evento.
Autor: RSF