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World Rugby concluyó su investigación sobre el supuesto incumplimiento de la Regla 3 por parte del equipo neozelandés de seven durante el último partido del Grupo A en el torneo en Sydney del HSBC World Rugby Sevens Series.
La Ley 3.2 prevé la sanción de un penal cuando un equipo pone en campo más que la cantidad máxima de jugadores. El referí no estaba al tanto del jugador adicional de Nueva Zelanda antes del final del partido.
La investigación, llevada a cabo por el oficial disciplinario designado determinó que si bien Nueva Zelanda tuvo ocho jugadores en campo, fue un incumplimiento inadvertido como consecuencia de una cantidad de factores relativos a la gestión de los reemplazos involucrando a varias personas.
El proceso de World Rugby sobre faltas de conducta tiene previsiones para acciones no deportivas, hacer trampa o falta de disciplina (entre otros comportamientos) que están en un nivel que puedan generar o tengan el potencial de darle mala fama al deporte.
Habiendo investigado todo el incidente, el oficial disciplinario designado concluyó que no es apropiado o merecido sancionarlos con una falta de conducta dado que, según su determinación, no se ha llegado al límite.
Si bien este tipo de incidentes son raros, World Rugby está comprometido en asegurar que no se repita esta situación en la serie y se asegurará que equipos y referís presten debida atención al proceso de gestión de reemplazos.
