El ex jugador de Los Pumas se reconvirtió y ahora produce contenidos para ESPN y hasta ya se reunión con el presidente Macri para cranear el evento más importante de la pelota ovalada.
Agustin Pichot supo moverse con inteligencia adentro y afuera de las canchas. El icónico ex capitán de Los Pumas se retiró en su mejor momento como jugador, a meses de haber liderado al seleccionado nacional hacia el tercer puesto que obtuvo en la Rugby World Cup (RWC) 2007, y no esperó para poner un pie en los negocios. “En el 2007 decidí cerrar las puertas al rugby. ‘Ya está’, me dije”, declara el ex medio scrum nacido rugbísticamente en el Club atlético de San Isidro (CASI).
A meses de haber colgado los botines, Pichot puso en marcha Familia Pichot, junto a su hermano y padre, una empresa que fabrica dulce de leche, aceite y aceto balsámico premium, con destino de exportación a Europa. Sin embargo, en 2008 el interés del emprendedor mudó hacia la producción de contenidos. “Preferí producir deporte, que me apasiona más”, dice. Así fundó PEGSA Group, productora que emplea más de 100 personas y que hoy transmite ESPN Redes, ESPN Run y ESPN Yoga, para este canal deportivo; y O11CE, la serie de futbol que lanzó recientemente Disney XD.
El rugby no lo dejó de lado, en absoluto. En 2008 lo llamaron desde la Unión Argentina de Rugby (UAR) para formar parte de la cúpula directiva y armar un plan estratégico de negocios a largo plazo. Durante dos años fue la cara del rugby argentino y lo posicionó en el primer nivel: en 2011, negoció la inclusión de Los Pumas en el Rugby Championship -torneo que disputa junto a Australia, Sudáfrica y Nueva Zelanda, las potencias del deporte- y en 2016 metió a la franquicia argentina Los Jaguares en el Super Rugby, es decir, el equivalente a la Champions League.
El año pasado Pichot asumió como vicepresidente de la World Rugby, la FIFA de ese deporte, y desde entonces tiene un objetivo en mente: quiere que el mundial 2027 se haga en Argentina. “En los próximos 20 días me voy a juntar con Guillermo “Guillo” Dietrich (el ministro de Transporte) para tratar cuestiones de infraestructura de transporte que son importantes”, confirma.
Te metiste rápido en el mundo de los negocios. ¿Era necesario? ¿Un jugador de rugby de Los Pumas no podía vivir de lo que ganó en su carrera?
Yo siempre sabía que el rugby para mi iba a quedar en un lugar del pasado. Y lo está. Es más, estudié Administración de Empresas en Inglaterra porque siempre creí que el rugby era mi hobby. En 2007 decidí cerrar las puertas al deporte y ahí dije: “Ya está”. Ahora, yo gané muy bien jugando al rugby y podría estar viviendo de ello. Pero cuando uno se acostumbra a gastar y a un nivel de vida, es difícil bajar el ritmo. Y no te das cuenta que en algún momento ese número no lo producís más. Es algo que me decía mi viejo: “Flaco, te rompés una pierna, ¿y qué hacés?». Entonces yo siempre fui criado bajo ese concepto: ¿De qué voy a vivir?
De todas las opciones, ¿por qué te metiste en la producción televisiva de deporte?
Me apasiona. Siempre comuniqué dentro de la cancha, y me gusta hacerlo desde el otro lado de las cámaras. Además, siempre entendí el negocio del deporte, lo capté bastante rápido, y también fui muy criticado por eso. Pero dije: “Si Visa gana dinero con el rugby, yo como deportista soy un producto también. Yo formaba parte del negocio de los deportes como jugador, y ahora con PEGSA también. Y no tiene nada de malo, porque la realidad es que el deporte es un negocio como cualquier otro.
¿Pensaste en transmitir rugby?
Traté no hacerlo. No lo produzco por una cuestión obvia: en su momento fui dos años dirigente de la UAR y no estaba bien que produzca el mismo deporte. Habría un conflicto de intereses. Por otro lado, mirando el lado estratégico de negocios, el rugby ocupa lugar en Argentina solamente a nivel regional. El fútbol, o programas como ESPN Run, tienen mercado de México para abajo. El running es un deporte que mueve millones de personas en todo el mundo. Esa fue mi visión más estratégica. En cambio, el rugby no rendía, al margen de que era dirigente y tengo sentimientos encontrados con la familia del deporte, y no es bueno mezclar eso con el negocio.
En la pelea por el contrato televisivo de la Primera División de Fútbol entre ESPN y Fox Turner, ¿PEGSA podría haber tenido lugar si ESPN obtenía los derechos de transmisión?
Ojalá a PEGSA le dé algún día la estructura para hacer 332 transmisiones de partidos al año. No lo iba a producir yo en ningún momento, pero me involucré para que el fútbol saque un mejor contrato.
Disney hizo un despliegue bastante fuerte con O11CE. ¿Por qué decidiste involucrarte en una serie de fútbol que apunta a chicos?
Fue por una visión estratégica: Disney estaba necesitando llegar a los chicos, y yo estaba necesitando algo grande para mostrar los valores de un deporte. Fue un gran desafío: cuatro años de trabajo para romper con las series clásicas. Se produce como si fuese un partido de fútbol, con la máxima tecnología que incluye drones. Los actores entrenan como un equipo de fútbol real.
En una entrevista para El Cronista Comercial dijiste que para incluir a Los Pumas en el Rugby Championship tuviste que salir a buscar inversiones por US$ 20 millones, con la UAR en déficit y estafas de por medio. ¿Cómo fue la estrategia?
En 2007 la UAR estaba concursada además. Lo hicimos con confianza y previsibilidad. Después de que pasó lo de la estafa hicimos dos auditorías con Deloitte y San Martín, y mostramos los números como son. Pero con un plan a futuro: vamos a crear un Plan de Alto Rendimiento (Pladar) para formar profesionales, vamos a generar ingresos y dar garantías. Es como en todo negocio, hay que reconstruir la confianza. Me acuerdo que teníamos en una reunión con 12 dirigentes que no podían creer que un año el resultado daba un monto con un dólar blue a $16, y al otro año el tipo de cambio cedía, pero había una inflación del 40 por ciento. “Esto no puede ser”, me decían, y me frenaban. Fue un desafío profesional interesante.
Otro de tus objetivos es que la RWC 2027 sea en la Argentina…
Sí, a eso apuntamos. Me reuní con el presidente Mauricio Macri recientemente y se mostró muy interesado. También hablé con Juan Manuel Urtubey (gobernador de Salta), una figura importante de la política argentina. Creo que es uno de los pocos eventos con relevancia que existen a nivel mundial después de los Juegos Olímpicos y el mundial de fútbol, que además puede ser posible de hacer en el país. Ahora, ¿tenemos la infraestructura para organizar un mundial? Sí, lo único que tenemos que hacer es mejorar algunos estadios que ya están, y abrazar a todos los turistas que van a venir gastar a la Argentina. Es un win- win. No hace falta hacer casi nada.
¿No planean invertir en un estadio de rugby?
No es necesario. Lo bueno que tiene el rugby es que es por este motivo que lo quiere hacer todo el mundo. Al país le sale US$ 200 millones como mucho e imaginate la cantidad de gente que viene y la ganancia que genera después para la economía. Además, lo que significa como marca país.
¿Entonces qué hace falta para que se concrete?
Es un trabajo largo. Yo en los próximos 20 días me voy a juntar con el ministro Dietrich, para tratar cuestiones de infraestructura de transporte que son importantes. Y para entender un poco cómo llegar a eso: la gente en un mundial se moviliza mucho para ir de una sede a otra en transporte público, y esto no se hace de un día para el otro.
¿Y el rugby tiene impulso a nivel local como para hacer una inversión en infraestructura?
Es que hay que mirarlo al revés. No tiene que ver con hacer tanta nueva infraestructura sino cómo adaptar lo que ya tenemos en el país para hacer este mundial. Todos los nuevos modelos de grandes eventos deportivos y entretenimiento no deben ser muy diferentes a cómo vive urbanamente una ciudad. Al revés, tenés que sumar a lo ya establecido: si ya tenés una plaza, adaptala, no construyas otra.
Fuiste uno de los responsables de que el Super Rugby llegara a la Argentina. ¿Cuánto cuesta tener una franquicia en el Super Rugby?
Un equipo profesional en Europa tiene entre US$ 15 millones y US$ 25 millones por año de costos. En el sur, dependiendo el país, entre US$ 8 millones y US$ 15 millones. A la Argentina le sale entre US$ 8 y US$ 9 millones mantener a Los Jaguares cada año.
¿Cómo hace la UAR para sostener a Los Jaguares económicamente?
La UAR es la que administra los más de US$ 20 millones de facturación que genera el rugby argentino. Divide estos ingresos entre Los Jaguares, el seleccionado y clubes amateurs locales. De estos u$s 20 millones, más de la mitad se genera por medio de la televisión, y la otra mitad por sponsorships.
Por @SantiagoLilo
Fuente: Apertura