El flamante head coach de la franquicia nacional explica sus planes y confía en la calidad del plantel: "Están los mejores jugadores de la Argentina. Hay que meterse en las finales", asegura
Identidad, trabajo, locura. Las tres palabras que más repite. Una y otra vez reaparecen aunque una pregunta no tenga, en apariencia, nada que ver con la otra. Identidad, trabajo, locura. Cuando todavía ni comenzaron los entrenamientos, meros enunciados discursivos. Sostenidos y fundamentados en cada respuesta, pero todavía muy lejos de materializarse. La llegada de Mario Ledesma a la dirección técnica potencia las expectativas sobre los Jaguares . Su experiencia en el más alto nivel internacional como jugador y entrenador promete ser una inyección de vitalidad para el rugby profesional argentino. Identidad, trabajo y locura son los postulados sobre los cuales aspira construir.
La franquicia argentina inició la semana pasada los entrenamientos de cara a su tercera temporada en el Super Rugby . De inmediato, Ledesma hizo sentir su impronta: promovió como invitados a cuatro jugadores que estaban fuera del sistema de seleccionados del rugby argentino (Argentina XV, Pumitas, Pumas 7s). Una mirada distinta que era necesaria para empezar a sacar a los jugadores de Jaguares y Pumas de la confusión en la que se vieron envueltos en los últimos dos años.
"Vamos a trabajar mucho en la identidad y la cultura del equipo", afirma Mario. "El mayor hincapié que vamos a hacer en estas primeras semanas es la parte física. Creo que se puede mejorar todavía más. Pero después, en la parte mental. No les vamos a meter demasiada información de rugby. Quiero que primero definamos juntos el tema de la cultura y la identidad del equipo y empezar a crear un sentido de pertenencia fuerte."
Casi un reflejo de cómo vivió sus 84 Test Matches, que lo convierten en el cuarto Puma con más presencias internacionales. Su carrera como entrenador incluye clubes de la talla de Stade Français, Montpellier y Waratahs, aunque su mayor activo lo trae de su experiencia de dos años en el seleccionado de Australia como asistente de Michael Cheika. Éste será su primer desafío en carácter de head coach.
-¿Ya te adaptaste a la Argentina?
-No, me va a llevar un buen rato. Son muchos años de estar afuera. Desde cómo se maneja en adelante, es todo diferente. Están todos locos. Cuando salís a la calle no te pinta una buena foto de lo que es Argentina.
-¿Y en lo relativo al rugby?
-Acá es como que se van haciendo cosas sobre la marcha. Se arrancó de muy abajo y hay que seguir mejorando cosas. Venimos armando todo como creemos que son los estándares de un rugby profesional. Lo importante es que a los chicos creen buenos hábitos para tener el mayor nivel posible cuando juegan en los Pumas. Tengo convicciones fuertes en cuanto a cómo quiero hacer las cosas. En lo que insistí mucho es en la sinergia de laburo del staff: que la parte física labure mucho con la parte kinesiología y médica y con nosotros también.
-¿Cómo vas a trabajar la cuestión mental?
-Traigo una persona que me va a ayudar con eso: Esteban Minoyetti. Es un amigo mío que trabaja con las empresas en términos de identidad de marca y me parece interesante porque tiene una mirada distinta, y estuvimos laburando juntos para adaptarla al rugby.
Básicamente es la huella digital del equipo, que tiene que ser única, nuestra. Cómo queremos que la gente nos vea, cómo nos queremos ver nosotros, qué imagen queremos dar, cuál es la parte de nuestro ADN que nos puede hacer fuertes y únicos frente a otros equipos. Y después machacar sobre esos. En Argentina somos muy reactivos. Nos sale mal algo y queremos solucionarlo. Lo importante es cuál es el mejor plan, y ese debe ser tu norte. Después le ajustás cosas en el camino, pero lo más importante es no cambiar una vez que definís todo: cómo defendemos, cómo atacamos, cómo jugamos el scrum y el line. Ese es el plan que vos tenés y te apegás a eso. Eso tiene que estar sustentado por la técnica, pero lo que te da es que, me tiren lo que me tiren, uno va a responder así porque esa es la estructura que armamos. Una vez que los jugadores lo hagan carne, esa claridad y ese conocimiento de lo que vos hacés te da la posibilidad de meterle mucha locura, mucho laburo, que para mí son bases de lo que queremos hacer acá: el laburo y la locura. La locura bien entendida es lo que potencia todo, la parte mental, la parte actitudinal. El laburo es la base de todo lo que vos hacés, es lo que a vos te permite llevar hasta cierto nivel tu rugby, y después entra la parte mental y potencia todo el laburo. Vamos a laburar muy intensamente adentro y afuera de la cancha.
-¿Es algo que van a imponer desde arriba o buscan que emane del grupo?
-Las dos cosas. Obviamente es algo que vamos impulsar nosotros. Pero quiero que la definan ellos también, porque son ellos los que entran a la cancha. Es una cosa que sale de ellos pero guiada por nosotros.
-¿En qué se sostiene esa identidad?
-Si hacemos un buen laburo, me lo va a poder decir la gente en un par de meses. Nosotros vamos a tener colgado en la pared qué es lo que representa para nosotros esa identidad, y si está muy cerquita de lo que la gente vea vamos a estar parados en un buen lugar.
-¿Cómo se trabaja la cuestión de los liderazgos?
-Tiene que ver mucho con esto de qué queremos hacer y que estos líderes representen esa identidad mejor que nadie y que la lleven adelante, que sean exigentes con ellos mismos y con el equipo. Lo que hay que meterle a esto es cierto grado de responsabilidad y después esa claridad de qué es lo que esperamos de determinadas situaciones. El liderazgo a veces está opacado por la falta de claridad. Y el liderazgo se hace mucho más fácil cuando están claras las pautas de qué tenemos que hacer en cada situación. Es algo que se tiene que dar todo el tiempo adentro de la cancha, en los entrenamientos, las reuniones. Hay algo que es fundamental que es hacer lo que decís que vas a hacer. Eso te da confianza y credibilidad.
-¿Agustín Creevy va a seguir siendo el capitán?
-Ya estuvimos hablando con Agustín. Todavía no lo tenemos definido, lo vamos a definir en estos días. Vamos a hacer lo que sea mejor para él y para el equipo. Yo tengo una idea de qué es lo mejor para él, pero lo importante es que llegue bien a junio y sobre todo a 2019. Lo importante es que él esté bien.
-El año pasado jugó muchos minutos…
-Tenemos que hacer lo mejor para los Pumas. Tenemos el mismo preparador físico y ya estuvimos hablando. Nadie va a jugar todos los partidos. La idea es que tengan semanas en las que no jueguen y puedan llegar a junio descansados. Haciendo bien nuestro laburo ponemos a los jugadores para que lleguen en mejores condiciones para los Pumas.
-¿Hablaste con los jugadores?
-Hablé con algunos, pero yo quería dejarlos tranquilos. Fue un año largo. Meterles la carga que yo les venga a molestar en épocas de fiestas, no. Y aparte yo no quiero que sepan mucho qué vamos a hacer. Quiero que se descubran muchas cosas y que se sientan incómodos con otras.
-¿Tuviste injerencia en el armado del plantel?
-A mí se me preguntó todo. Hay chicos que conozco de verlos jugar, pero no personalmente. Los que no habían firmado era por un tema de negociación de contrato, y ahí no me meto. Sí insistí con ciertos nombres para que se quedaran. Lo mismo con los chicos que no estaban en el sistema y van a estar como invitados.
-¿Qué conclusiones sacaste de la concentración de forwards que hicieron en diciembre?
-Cuatro chicos de los que vienen como invitados no estaban en el sistema. Yo esperaba sacar uno. No quiere decir que los cuatro se van a quedar. Definitivamente, en cuanto a los cinco de adelante, hay que mirar más allá de los 25 años para ver un tipo que ya está más hecho. Muchas veces empezamos a decir este pilar anda o no anda a los 21 años. Una locura. Un pilar derecho está en la mejor edad a los 28 años.
-Encima a fin de año perdieron a dos pilares (Herrera y Noguera Paz).
-A veces eso está bueno. Cuando tenés no buscás y después se te lesiona y estás hasta las manos. Vamos a seguir viendo a los que estuvieron acá y no quedaron seleccionados. Se fueron con un programa físico, de nutrición, de posturas. Después dependerá de ellos.
-Va a ser un fixture mucho más exigente que en los dos primeros años. ¿Cómo lo ves?
-Va a ser para todos los mismo. Creo que es más justo. Un equipo sudafricano llegó a playoffs sin jugar contra ningún kiwi y después se comió 50. Está bueno que sea así.
-¿Cómo vas a manejar el exitismo de los argentinos?
-Es parte del deporte profesional. A veces veo cómo la gente reacciona, y cuando comparás con Francia, Inglaterra, los mismos australianos. los matan. Es parte del juego. Una vez me dijo Cheika: "Te das cuenta, los pibes se ponen mal por un comentario en Twitter y por ahí es un pibe de cinco años y te arruinó el día". Pero es parte del circo.
-¿Vas a poner alguna restricción en ese sentido?
-Es importante que todos estén comprometidos con la identidad. No les voy a decir "no postées esto", pero tienen que saber cuándo puede perjudicar al equipo según la identidad. Después sí hay cosas que tenés que preservar: el vestuario, el captain's run.
-En una entrevista con LA NACION en noviembre, Nicolás Sánchez afirmó que ya había terminado la etapa del aprendizaje y tenían que ir por más.
-Está bueno que él lo diga, porque aparte él forma parte de los líderes. Ya llevan varios años de Rugby Championship y de Super Rugby. Sigue existiendo la realidad de que viajás más que el resto, pero no podés hablar de que refieran distinto. Hay un montón de cosas que forman parte de una cultura bien nuestra y es algo que hay que borrar. Está buenísimo que lo identifiquen y lo traten de solucionar. Es una responsabilidad de ellos.
-¿En qué te basaste para definir el staff?
-El Negrito [Gaitán] siempre me pareció un buen entrenador. A mí me entrenó para llegar al Mundial 2011. Me pareció que tenía una visión clara y que no hacía concesiones en cuanto a sus convicciones. Aparte de ser un tipazo. Y quería aprovechar los dos años de experiencia que traía porque creía que estaba haciendo un buen laburo. Y después quería a alguien que ejemplificara esto de locura y laburo, alguien cercano a mí en cómo pensaba. Y que el equipo que entrenase tuviese una identidad muy fuerte. Ese sentido de pertenencia y de identidad me parece que en Hindú es uno de los clubes donde más lo ves. No fue lo primero que se me ocurrió, pero cuando me apareció el nombre de Nico [Fernández Miranda] dije: "Es espectacular". Tiene una pasión por lo que hace que es una cosa infernal. Y eso contagia. La pasión que podamos transmitir, está buenísimo.
-¿Federico Todeschini no se va a sumar?
-No. Se manejó la posibilidad, pero por un tema de presupuestos no se pudo dar. Sí hay un montón de cosas que se pueden hacer más allá de la guita para crear el sentido de pertenencia y competir para que los chicos no se vayan afuera. Y una de esas cosas es que hagan lo que tengan ganas de hacer afuera de la cancha: cursos, facultad, pasantías. Vamos a tener una persona que se va a encargar de eso. Hay muchos chicos jóvenes que vienen de provincias y se van a vivir solos. que haya alguien que esté al tanto de cuestiones de índole personal. Si manejamos bien eso, impactará positivamente para el juego.
-¿Qué se puede esperar de los Jaguares?
-Están los mejores jugadores de la Argentina. Hay que meterse en las finales. No hay que tener miedo. Es rugby profesional. Eso que dice Nico de que ya se terminó el aprendizaje, nosotros tenemos que hacerlo carne como staff. No me asusta. Este tema de locura y laburo que les vamos a pedir a los chicos lo tenemos que tener nosotros también. Y tener la seguridad de que si hacemos las cosas bien, nos metemos. Y si las hacés mal te vas a tu casa, porque es rugby profesional. Tiene que ser una presión positiva.
41 rugbiers para el inicio de las prácticas
Un plantel con sorpresas
La ausencia de Santiago Cordero es la más resonante en el listado de 41 jugadores que conformarán el plantel de los Jaguares y que ya iniciaron la pretemporada de cara al Super Rugby. El wing seguiría su carrera en Leicester de Inglaterra. Tampoco están Manuel Montero ni Rodrigo Báez. Entre las novedades aparecen Sebastián Cancelliere y Santiago Álvarez Fourcade. Hay ocho jugadores invitados, entre ellos cinco primeras líneas: Franco Brarda, Javier Díaz, Diego Fortuny, Nicolás Leiva y Juan Pablo Zeiss, además de Bautista Delguy, Santiago Montagner y Rodrigo Bruni.
Autor: Alejo Miranda – La Nación