Será un acontecimiento histórico, con algunos matices que harán de este nuevo duelo algo especial. Dos décadas después de la última vez que se vieron, Los Pumas y los British & Irish Lions volverán a medirse. Porque se confirmó que el viernes 20 de junio de 2025, el prestigioso combinado británico e irlandés recibirá al seleccionado argentino en la ciudad de Dublín. Dicha función en el majestuoso Aviva Stadium será el primer partido de la historia que los Lions disputarán en suelo irlandés, y dicho compromiso será la antesala para la gira de nueve encuentros que realizarán por Australia (disputarán tres test-matches con los Wallabies).
Sobre la realización de este test-match en Dublín, Gabriel Travaglini, Presidente de la Unión Argentian de Rugby, manifestó: “Es un gran honor y un privilegio poder volver a jugar con los British & Irish Lions. Se trata de una cita única en la vida para nuestros jugadores, y representa una gran oportunidad para medirse con un equipo con tanto prestigio e historia. Sin duda será un desafío muy importante para nuestros Pumas «.
Y Ben Calveley, CEO de los British & Irish Lions, comentó lo siguiente: «Es un anuncio positivo, mientras empezamos a preparar la ansiada gira de 2025 por Australia. Irlanda ha tenido un rol muy importante en la historia de los Lions, por lo que tener la oportunidad de jugar en Dublín, frente a más de 50.000 aficionados, será una buena manera de celebrar esta historia. Este partido con la Argentina resultará una muy buena oportunidad para los fans de involucrarse con el emocionante viaje de los Lions».
UN POCO DE HISTORIA
La creación del seleccionado argentino tiene un vínculo directo con los Lions, porque en 1910 en ocasión del centenario de la Revolución de Mayo, dicho combinado británico visitó nuestro país y esa fue la primera vez que se conformó el equipo nacional argentino, en aquellos tiempos bajo el nombre de seleccionado de «The River Plate Rugby Football Union». Hay que decir que los British & Irish Lions se crearon en 1888 para llevar adelante una gira de 250 días por Australia y Nueva Zelanda. En 1910 emprendieron el cuarto tour por Sudáfrica (la octava gira de la historia), y al mismo tiempo, un segundo plantel de 19 jugadores, vino a la Argentina en un viaje que organizó el comandante inglés RV Stanley, que cumplió la función de entrenador. A ese equipo se lo identificó como de la Unión de Rugby de Inglaterra, pero como entre los jugadores se incluyeron tres escoceses, en nuestro país se lo llamó el Combinado de las Islas Británicas. El fullback inglés John Raphael fue el capitán de esos Lions, que disputaron seis partidos y los ganaron todos, incluyendo el éxito por 28-3 en el test-match ante la selección argentina del 12 de junio, en la cancha de Belgrano Athletic (estaba pautado que sea en Sociedad Sportiva, pero por temas organizativos se cambió de sede).
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) interrumpió todo tipo de actividad, hasta que en 1924 se volvió a reunir el seleccionado de las Islas Británicas para ir a jugar nuevamente a Sudáfrica; en dicha gira, la prensa local los bautizó como los “Leones” porque vincularon el felino que llevaban en sus corbatas con su técnica y la vehemencia para jugar. Tal como sucedió con Los Pumas, que en suelo sudafricano nacieron como tales. Sin embargo, el nombre de British Lions fue adoptado formalmente 26 años más tarde; hasta ese momento se los reconocía como British Isles, pero en ocasión del viaje de 1950 por Australia y Nueva Zelanda empezaron a llamarse British Lions y, además, dejaron para siempre la camiseta de color azul que utilizaron desde casi sus orígenes, y la indumentaria pasó a ser roja como lo es en la actualidad. Y el último cambio en su apelativo se produjo en 2001 cuando se incorporó la palabra “Irish”. Es así como desde la visita a Australia en 2001 empezaron a ser reconocidos universalmente como British & Irish Lions.
Con el regreso a la competencia, en 1927 se produjo la segunda gira por nuestro país de los Lions, esta vez con el inglés James Baxter como entrenador y el segunda línea escocés David MacMyn como capitán. En esta aventura disputaron nueve partidos, y otras vez se fueron invictos; los cuatro triunfos frente al seleccionado argentino fueron: 37-0, 46-0, 34-3 y 43-0. La otra referencia singular es que con motivo de estos partidos, el dirigente Abelardo Gutiérrez (Gimnasia y Esgrima) propuso y se aprobó que, al tratarse de un acontecimiento especial, el equipo nacional dejara las casacas blancas o azules que lucía hasta esa época, y creó la primera camiseta celeste y blanca con franjas horizontales de diez centímetros de ancho cada una. Así nació la camiseta de Los Pumas.
La tercera y última gira a la Argentina de los British Lions sucedió en 1936, liderados por los inglés Doug Prentice (entrenador) y Bernard Gadney (capitán). Esta vez jugaron una decena de encuentros, volvieron a imponerse en todos, y en el único test-match vencieron por 23-0 el 16 de agosto. En ese viaje, el plantel europeo también actuó en Brasil y en Uruguay. El partido ante los brasileros, realizado en la ciudad de Santos, lo ganaron por 83-0, con 17 tries del inglés Alexander Obolensky.
Después de eso, transcurrieron casi 70 años hasta un nuevo duelo entre Los Pumas y los British & Irish Lions, sin duda, el más épico de todos. Dicho test se efectuó el lunes 23 de mayo de 2005, en la ciudad de Cardiff, y terminó igualado 25-25 con un penal a los 48m36s del segundo tiempo del apertura inglés Jonny Wilkinson. Esa situación fue muy particular, porque en los altavoces del estadio (por indicación del árbitro asistente) se anunció que se iban a adicionar cinco, tal como sucedió con el primer tiempo; sin embargo, el árbitro australiano Stuart Dickinson (el mismo de los playoff ante Irlanda en el Mundial de 1999, en Lens) resolvió otra cosa. Los Pumas estuvieron al frente en el marcador todo el partido (parcial de 19-16), hasta la concreción de ese penal para el infalible Wilkinson. Esa noche en el Millennium Stadium, Federico Todeschini marcó 20 puntos (6 penales y una conversión) y José María Núñez Piossek apoyó un try; para los Lions sumaron el centro Ollie Smith (un try) y Jonny Wilkinson (6 penales y un gol).
El combinado británico e irlandés, dirigido por Clive Woodward, dispuso de casi todas sus figuras, mientras que para dicho compromiso, el conjunto argentino llegó diezmado porque, además de varias lesiones, como se organizó fuera de las ventanas internacionales, la mayoría de los jugadores titulares que se desempeñaban en clubes europeos no fueron cedidos. En total, fueron 26 los jugadores que no pudieron ser tenidos en cuenta; el detalle de esas bajas fue: 11 jugadores lesionados, 8 involucrados en las finales europeas y 7 retenidos por clubes franceses. Los Lions también perdieron a algunos de sus 45 convocados: Neil Back fue suspendido por cuatro semanas, mientras que Gareth Thomas (Toulouse) y Stephen Jones (Montferrand) no fueron liberados por sus equipos. Por eso motivo, los entrenadores Marcelo Loffreda y Daniel Baetti recurrieron a la experiencia de tres hombres que habían dejado la escena internacional, pero que reaparecieron en dicho partido para tener su gran despedida en el seleccionado: Lisandro Arbizu, Mauricio Reggiardo y Federico Méndez.
En el memorable empate de 2005, Los Pumas se alistaron con: Bernardo Stortoni; José María Núñez Piossek, Lisandro Arbizu, Felipe Contepomi (capitán) y Francisco Leonelli; Federico Todeschini (Lucio López Fleming) y Nicolás Fernández Miranda; Juan Manuel Leguizamón, Federico Genoud (Santiago Sanz) y Martín Schusterman; Mariano Sambucetti (Manuel Carizza) y Pablo Bouza; Mauricio Reggiardo, Mario Ledesma y Federico Méndez. Como reservan estuvieron y no ingresaron: Eusebio Guiñazú, Leopoldo de Chazal, Francisco Bosch y Federico Serra.
UAR