Como todos las semanas el Profesor Juan Casajus presenta su columna con artículos e información sobre rugby infantil y juvenil. En su sexta participación nos deja un artículo sobre Juegos de aprendizaje en el rugby.
Veamos como al concepto táctica, estrategia y técnica podemos darle otro enfoque.
Muchas veces nos referimos a la estrategia como un plan para abordar un problema.
Como rasgos propios podemos ver que se intenta alcanzar el objetivo principal (ganar un partido, clasificarse para una nueva etapa, no descender o ascender, quedar entre los primeros siete); por lo tanto el objetivo principal no es siempre ganar o quedar en el primer lugar. Por ello se consideraría una actuación estratégicamente incorrecta si un jugador de Rugby con el afán de conseguir un objetivo menor, como por ejemplo marcar el try con una mano o apoyar la pelota lejos de los palos pudiéndose acercar aún más, pusiera en peligro poder alcanzar el objetivo principal: sumar, como equipo, la mayor cantidad de puntos.
También en la planificación de la competición el grupo de entrenadores aprovecha las normas deportivas (períodos, duración, criterios, penales, fechas libres…) en beneficio propio y planifica el ciclo de su equipo (largo plazo), la temporada (mediano plazo), el próximo partido (corto plazo) o las acciones a realizar cunado se tenga la pelota en el partido (inmediato). Un aporte más es cuando se aborda la globalidad de los aspectos que intervienen, por lo que la planificación deportiva estratégica debe incluir los elementos relevantes que inciden en el rendimiento: el reglamento, la selección de quienes van a jugar, entrenamiento y mantenimiento de la motivación, la alimentación, preparación física, el estado del terreno de juego, el público, los árbitros, los directivos, el otro equipo…
Por consiguiente, el objetivo principal, la planificación de la competición y la globalidad constituyen también los rasgos diferenciales de la estrategia deportiva.
En el deporte y en el Rugby, la táctica se confunde y se mezcla con la estrategia. En algunos deportes los términos táctica y estrategia se utilizan como sinónimos o no establecen diferencia entres ellos, mientras que en otros se emplea el término táctica pero su significado encaja con la descripción que anteriormente hemos denominado estrategia, y finalmente, en otros deportes se establecen claras diferencias entre ambos conceptos.
Si bien existen la táctica individual y colectiva, hoy abordaremos brevemente la primera. La táctica individual constituye la esencia del enfrentamiento de los deportes de oposición, el uno versus uno. Cada uno actúa para ganar al oponente y evitar ser vencido por él. El jugador debe estar atento a una situación de oposición específica, valorar sus alternativas y realizar la acción técnica que considera más adecuada para vencer al adversario.
El Jugador de Rugby debe prestar atención (y debe entrenarse) en tres elementos cambiantes:
» El oponente (posición, situación, trayectoria, intenciones, consecuencias de las acciones anteriores, recursos técnicos, concentración…)
» El elementos utilizado (pelota),
» Sí mismo (posición, situación, trayectoria, consecuencias de las acciones anteriores, recursos técnicos, cansancio, estado de ánimo).
Incluso, suponiendo que la táctica ha de estar supeditada a la estrategia, el jugador de Rugby ha de estar pendiente también a múltiples factores que intervienen para que pueda alcanzar el objetivo estratégico: tiempo transcurrido, condiciones climatológicas, momento del partido, resultado parcial…
Según SunTzu, existen cinco maneras de conocer el futuro vencedor. Ganan los que saben cuando luchar y cuando no. Los que saben discernir cuando utilizan muchas o pocas tropas. Los que tiene tropas cuyos rangos superiores e inferiores tienen el mismo deseo. Los que se enfrentan con preparativos a enemigos desprevenidos. Los que tienen generales competentes y no limitados por sus gobiernos .
Juan Casajús
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